En 1609, Galileo apuntó al cielo con un telescopio, observó los satélites de Júpiter y alteró nuestra visión del Universo. Cuatrocientos años después, lo celebramos en todo el mundo. Por iniciativa de la UNESCO y de la Unión Astronómica Internacional, reforzada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, 2009 es el Año Internacional de la Astronomía (IYA2009). Un año muy especial para el Museo de la Ciencia y el Cosmos, el primer museo en España que, en colaboración con el Cabildo de Tenerife, que lo gestiona a través de su Organismo Autónomo de Museos y Centros (OAMC), fue promovido por un centro de investigación científica, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
El sesgo astronómico que singulariza a este museo, aunque sin menoscabo de otras ciencias de las que también se ocupa, parte por tanto de su creación en 1993 y empieza por su propio nombre, "Museo de la Ciencia y el Cosmos" ("El Cosmos", para los amigos). Inspiran su logo las coordenadas de los "Montes Tenerife" en la superficie de la Luna, también pintadas en la gran antena de radio de dieciocho metros de diámetro que corona la plaza del Museo, el icono que mejor lo identifica por su impacto visual a gran distancia. Estos accidentes orográficos en nuestro satélite natural fueron así bautizados en memoria del escocés Charles Piazzi Smyth, el primer astrónomo que observó el Universo desde las cumbres de Tenerife, en 1856, demostrando las ventajas astronómicas de la alta montaña para mirar al cielo. A él y a otros pioneros de la Astronomía en Canarias, el Museo rendirá su merecido homenaje a lo largo del año.
El Museo de la Ciencia y el Cosmos, bajo la dirección del astrofísico del IAC Ignacio García de la Rosa (otros directores, como Juan Antonio Belmonte e Inés Rodríguez Hidalgo, también fueron investigadores del IAC), fue inaugurado el 11 de mayo de 1993 por el astronauta ruso Sergei Krikalev, tras su permanencia de más de trescientos días en la estación espacial Mir. Posteriormente, el Museo recibió la visita de S.A.R. el Príncipe de Asturias, que en varias ocasiones ha expresado su gran afición a la Astronomía.
Al edificio que alberga el Museo de la Ciencia y el Cosmos, obra de los arquitectos Jordi Garcés y Enric Sòria, con un diseño museográfico de Enric Franch, también se le dio un sentido cósmico. Situado en un recinto próximo a la sede central del IAC, en La Laguna, que en un futuro próximo, con ayuda del Ayuntamiento de La Laguna, podría contar con caminos "astronómicos" de acceso y un parque infantil con los principios físicos de los columpios, tiene forma de media estrella con puntas visto en planta. En su terraza, equipada como observatorio astronómico, acompañan a la gran antena un pequeño telescopio, de 28 cm, dentro de una cúpula de unos tres metros, y un reloj solar. En el pasado se dispuso igualmente de un crómlech astronómico en este espacio exterior del Museo.
ASTEROIDE "BETANKUR"
La plaza del Museo de la Ciencia y el Cosmos ha sido recientemente bautizada con el nombre del ilustre ingeniero universal Agustín de Betancourt, con motivo del 250 aniversario de su nacimiento en el Puerto de la Cruz. Una obra escultórica en su honor, del artista Gotzon Cañada y con voz del escritor y periodista Mariano Vega, lo recuerda, junto a dos réplicas del telégrafo óptico que Betancourt diseñó para la comunicación desde distintos puntos y que en breve estarán operativos. Máquinas del pasado compartiendo un espacio con máquinas del presente y del futuro en torno a las comunicaciones, pues la plaza es ahora zona Wi-Fi, con un mobiliario que invita a conectarse a Internet de forma gratuita. También desde la plaza, intentamos elevar un espectacular globo aerostático, como hizo el ingeniero canario hace más de dos siglos, aunque sin mucho éxito debido al viento. Además, el Museo se propone ir "recuperando" el Gabinete de Máquinas de este ilustre científico con módulos interactivos basados en algunos de sus inventos, mostrando cómo funciona, por ejemplo, un engranaje, una biela o un cigüeñal, principios físicos que nos rodean. El objetivo es que Agustín de Betancourt no sea un desconocido para los escolares y público general que visita el Museo.
El homenaje a este ingeniero también tiene una vertiente astronómica, pues existe un asteroide con su nombre que será objeto de seguimiento con telescopios profesionales: el "11446 Betankur", descubierto el 9 de octubre de 1978 por L.V. Zhuravleva en el Observatorio Astrofísico de Crimea, quien quiso honrar a aquel canario tan conocido en San Petersburgo.
El Museo también hará el seguimiento acostumbrado de todos los eventos astronómicos que nos visiten este año (cometas, eclipses, lluvias de estrellas ), realizando campañas de observación públicas con ayuda de astrónomos aficionados, una colaboración que el Museo siempre agradece. Y como se hará en todo el mundo, observaremos los llamados "satélites galileanos", que rodean a Júpiter.
UNA OFERTA ASTRONÓMICA
Más del ochenta por ciento de la oferta interactiva del Museo de la Ciencia y el Cosmos está relacionada con la Astronomía. Su exposición permanente, de fabricación "casera" y que pensamos renovar de forma sustancial, adaptándola incluso para personas con alguna discapacidad, incluye módulos que invitan a hacer un safari cósmico y que explican los movimientos de rotación y traslación de la Tierra, las manchas solares y el campo magnético en el Sol, o las órbitas en las proximidades de un agujero negro. Incluso podemos hacer turismo cósmico por el Sistema Solar y visitar un cometa helado, una luna de Júpiter con altas temperaturas, movimientos sísmicos y erupciones volcánicas, o el planeta Marte, con sus tornados. El Museo dispone, además, de una sala de Astronomía propia, con maquetas del Gran Telescopio CANARIAS y de los Observatorios del Teide y del Roque de los Muchachos. Para entender lo que es "la pesadilla del astrónomo", un módulo explica el efecto negativo de las turbulencias atmosféricas en las imágenes que se obtienen con los telescopios, mientras otro advierte contra la contaminación lumínica, que nos está robando la luz de las estrellas. Afortunadamente, la Ley del Cielo de 1988 protege los Observatorios de Canarias frente a este peligro potencial, como se recuerda en los paneles explicativos del Museo.
CHARLAS CÓSMICAS
En el Museo de la Ciencia y el Cosmos somos conscientes de que, además de facilitar el acercamiento a las diferentes disciplinas de la ciencia, a través de los experimentos interactivos y sus contenidos unificados, también es tarea fundamental acercar las investigaciones punteras, los últimos avances científicos, manteniendo un diálogo vivo y permanente con la sociedad. Es el objetivo de nuestras charlas, que este año serán especialmente "cósmicas", aunque el Museo siempre estará abierto a cualquier rama de la Ciencia. Y lo mismo cabe decir de los cursos que organizamos, y que este año harán más hincapié en temas de Astronomía, ya sea en el cine, en Egipto, para niños o para periodistas, o sobre el lenguaje de la ciencia y la jerga de las estrellas. Y daremos forma al compromiso adquirido con "Los hijos del Cosmos", los jóvenes nacidos en el año 1993, como el Museo, y que acudieron a la cita en el pasado decimoquinto cumpleaños. Queremos que ellos siempre se sientan ligados al Cosmos.
En nuestro museo también se celebró el primer congreso internacional sobre la Comunicación de la Astronomía. Era el año 2002. Hoy, en virtud de un convenio de colaboración con el Máster en Astrofísica de la Universidad de La Laguna y el IAC, los alumnos de la asignatura "Comunicación de resultados científicos y didáctica de la Astronomía" hacen prácticas en las instalaciones del Museo.
Por último, quiero destacar todas las actividades astronómicas que son habituales de este Museo, como las sesiones diarias de planetario, noches y acampadas astronómicas, talleres de vacaciones y cumpleaños con las estrellas. Con su "Cosmoneta", un vehículo equipado con experimentos científicos, y su planetario portátil, el Museo amplía su radio de acción, pudiendo realizar actividades fuera de sus instalaciones. Y en el foro científico "AluCINE con el futuro" de los domingos, un alto porcentaje de las películas que se comentan tienen relación con el Espacio y la Astronomía.
2009 es, por consiguiente, el año de este museo. Es "el Año del Cosmos". Y lo vamos a celebrar con cincuenta proyectos que, con la colaboración del IAC, se suman a la oferta astronómica mencionada, aunque la financiación aún no está garantizada en todos los casos. De todos estos proyectos destacan dos, que en su día fueron seleccionados como "proyectos emblemáticos" de impacto nacional dentro del IYA2009 y de los que hablaré más adelante.
Precisamente, para dar a conocer todos estos proyectos así como la labor de divulgación realizada en sus quince años de trayectoria, el Museo de la Ciencia y el Cosmos, con el respaldo del Gobierno de Canarias, a través de su programa Septenio, estuvo presente en el simposio 260 de la Unión Astronómica Internacional (IAU). Este encuentro, bajo el lema "El papel de la Astronomía en la Sociedad y en la Cultura", se celebró en la sede de la UNESCO en París, del 19 al 23 de enero, inmediatamente después de la apertura oficial del Año Internacional de la Astronomía.
Sin embargo, este año tan "estelar" se adelantó en Tenerife, quizá porque todo sucede una hora menos en Canarias. La primera iniciativa del Museo fue la espectacular caída "controlada" de un meteorito (NITCE 08) en la madrugada del 28 de diciembre, "Día de los Santos Inocentes", en la plaza "Agustín de Betancourt" del Museo. Como su directora, me "preocupaba" que nuestra renovada plaza pudiera sufrir algún desperfecto tras el impacto de este meteorito de un metro de diámetro, que habría producido "un cráter de unos cincuenta metros". Afortunadamente no fue así. Una ficticia "Agencia Espacial de las Islas Canarias" hizo frente al problema preparando una máquina, la Anticolission I, que "contrarrestando la gravedad terrestre, minimizó la colisión evitando cualquier daño colateral". Este espectáculo lúdico de ciencia y ficción, presentado por Juan Luis Calero, conocido periodista y aficionado a la Astronomía, estuvo acompañado de efectos de iluminación, vídeo, sonido y una representación teatral, intercalando entrevistas grabadas con otras en directo. Para ello se contó con el asesoramiento de expertos en meteoritos, astrofísicos y periodistas científicos, así como con el personal del Museo de la Ciencia y el Cosmos y el OAMC. El acto terminó con una batucada bajo la constelación de Orión. Fue una forma divertida, pero con rigor científico, de dar la bienvenida al Año 2009, al Año del Cosmos, gracias a la colaboración del IAC, de la Agencia Canaria de Investigación Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI), del Gobierno de Canarias, y de varias empresas de la Isla.
El espectáculo dio posteriormente paso a la exposición "METErrORITOS", los cuales no son tan peligrosos como los pintan, pero pueden destruir la Tierra (aunque no como el que forma parte de la colección de este Museo, un pequeño meteorito, hallado en el Sáhara). Esta exposición, de la que se ha editado un folleto con todo su contenido, itinera ahora por distintos lugares de la Isla.
Otras exposiciones, por su parte, han tomado el relevo en el Museo o esperan para hacerlo, como las exposiciones astrofotográficas "Tenerife, un balcón al Universo" o "El Universo para que lo descubras", u otras artísticas, como "Las flores del Cosmos" o "Pinturas cósmicas".
La interdisciplinariedad en 2009 se verá reflejada en algunas muestras musicales o literarias, como los conciertos con el violinista Ara Milikian, acompañado de imágenes astronómicas, o la lectura de "Canto Cósmico" por el poeta Ernesto Cardenal, entre otros.
PLANETARIO INFANTIL
En el espacio, una nave muy desastrosa se mueve al ritmo de una canción que han recibido desde un planeta azul en uno de los brazos espirales de nuestra galaxia. Observando con su sofisticado telescopio de dónde viene la señal, están Jors y Jars, los tripulantes de este Cosmotrasto y nuestros protagonistas. Ésta es la sinopsis del programa de planetario infantil en formato digital encargado al Museo de la Ciencia y el Cosmos por parte de los museos y planetarios de España para su exhibición y estreno simultáneo en la mayoría de ellos. Un nuevo espectáculo de planetario, con las técnicas empleadas en el programa infantil "Meteorito, una roca del espacio", también realizado por los técnicos del Planetario del Museo, con la participación de Emilio Aragón, "Miliki", y la financiación de la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (FECYT). Este programa, germen del que se está preparando ahora para su estreno el próximo 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, y titulado "Jors, Jars, Jurs y los Galigalitos", incluyó por primera vez la manipulación tradicional de muñecos para, mediante un proceso de postproducción, incorporarlos en la cúpula del planetario e interactuar con el público infantil. La gran acogida de este programa por parte de museos y empresas del sector, así como por la comunidad de educadores y divulgadores, pero sobre todo por los miles de niños que han pasado por la cúpula del planetario, impulsan este lenguaje audiovisual para comunicar ciencia a los más pequeños.
El nuevo programa de planetario infantil, financiado como otros de nuestros proyectos por el programa Septenio del Gobierno de Canarias, dedicado al cielo en consonancia con la efeméride internacional, conjuntamente con la FECYT, es uno de los once proyectos "emblemáticos" de impacto nacional que habíamos mencionado. Otro es "Astronomía en viñetas", una colaboración con conocidos humoristas gráficos para mostrar esta rama de la Ciencia en viñetas cómicas reproducidas a gran tamaño y en amplios espacios públicos.
De gran interés es el proyecto "De Orchilla a Finisterre", que reproduce el Experimento de Eratóstenes para medir el radio y la circunferencia de la Tierra mediante la sombra de un palo en puntos distantes en latitud y con sencillos cálculos trigonométricos, como hizo el sabio griego en el siglo III a.C. entre Alejandría y Asuán, en Egipto. El Museo de la Ciencia y el Cosmos lo viene realizando desde hace varios años, y esta vez lo hará de forma especial usando como referente dos puntos históricos de nuestra geografía: Finisterre, fin de la tierra conocida, y Orchilla, en la isla de El Hierro, faro y punto más occidental de España, así como Meridiano cero del mundo antiguo.
"GALAXIAS Y CENTELLAS"
La radio es un medio muy apropiado para la divulgación científica, que no ha sido lo suficientemente aprovechado y menos aún en Canarias. Los museos de ciencia podíamos hacer algo en este sentido y de ese convencimiento surgió el proyecto "Galaxias y Centellas", un programa semanal de radio que, si bien no trata sólo temas astronómicos, sí pretende ofrecer siempre contenidos relacionados con la Astronomía, al margen del título del programa. El primer paso para echar andar este proyecto fue solicitar ayuda a la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, que lo valoró positivamente, y contar con la colaboración de Canarias Radio la Autonómica, cuyo director se entusiasmó con la idea. A la iniciativa del Museo de la Ciencia y el Cosmos se sumó el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología de Las Palmas. Y un equipo profesional con experiencia en radio y en divulgación científica hizo posible su estreno el pasado 13 de enero, al comienzo del Año Internacional de la Astronomía.
Y pronto esperamos poder contar igualmente con un periódico propio de divulgación científica: "El Pararrayos", el Periódico del Museo de la Ciencia y el Cosmos, que este año obviamente también primará los contenidos astronómicos.
Completa la oferta del Museo para el 2009 una serie de productos de merchandising, como un calendario, un juego de memory y marcadores, todos ellos con motivos astronómicos, además de ediciones impresas propias y una camiseta del Año del Cosmos. ¿Aún no la tienen?
2009 es un año de efemérides y no sólo hay que rendir tributo a Galileo. También a Kepler, que publicó hace cuatrocientos años su obra Astronomia, y a Darwin, del que se cumplen doscientos años de su nacimiento. Su obra "El origen de las especies" nos invita a reflexionar sobre la evolución en sentido biológico y comparar la evolución humana con la evolución del Universo. De todo ello se ocupará el Museo, sin olvidar que además se cumplen 40 años de la llegada del Hombre a la Luna, cuestiones todas ellas que nos han ido situando espacialmente en ese orden que es el Cosmos.
Como recoge la declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas, destacando como objetivos la cooperación global para propósitos pacíficos así como la búsqueda de nuestros orígenes cósmicos y de nuestro patrimonio común, los astrónomos han trabajado juntos durante varios milenios atravesando todas las fronteras incluyendo las geográficas, de género, edad, culturales y raciales. De ahí que la Astronomía sea el mejor ejemplo de cómo la ciencia puede contribuir a la cooperación internacional. El cielo, aunque parcelado en constelaciones, no tiene fronteras. Disfrútenlo en el Museo de la Ciencia y el Cosmos.