Durante la madrugada del 21 de enero tendrá lugar uno de los dos eclipses de luna que podremos observar desde territorio nacional durante el presente año.
La noche del domingo 20 de enero hasta el amanecer del lunes 21, tendremos la oportunidad de visualizar (durante más de cinco horas) todas las fases del único eclipse total de luna que tendrá lugar durante este año. Se trata de uno de los dos eclipses lunares que podremos ver este año desde Europa; el otro será sólo parcial, el 16 de julio.
La hora de comienzo de la fase penumbral será a las 02:36 UT, que en invierno coincide con la hora local canaria. Esta fase del eclipse es difícil de observar, pues la disminución del brillo de la Luna llena es casi inapreciable a simple vista. Si estuvieras situado en la superficie de la Luna, estarías viendo como la Tierra eclipsa parcialmente el disco solar.
Lo interesante comienza con el comienzo del eclipse parcial, a las 03:34, cuando nuestro satélite se va introduciendo poco a poco en la sombra de la Tierra. A las 04:41 estará totalmente inmersa en dicha sombra durante poco más de una hora. A las 05:43 terminará esta fase de totalidad, para ir saliendo de la sombra hasta las 06:50 h de la madrugada. La fase que queda, es decir, la fase penumbral, coincidirá con el crepúsculo en canarias, por lo que no se apreciará.
El momento cumbre se producirá en medio de la totalidad, a las 05:12 UT, instante en el que nuestro satélite estará lo más cerca posible del centro de la sombra terrestre. Es cuando más rojiza se verá, ya que, aunque esté dentro de la sombra terrestre, la atmósfera de este último, curva los rayos más rojizos provenientes del Sol y los hace incidir sobre la superficie lunar (refracción de los rayos solares). Que sea más rojiza o menos dependerá de la transparencia de la atmósfera terrestre, es decir, de la concentración de polvo y cenizas que tenga la atmósfera en ese instante.
Si la Tierra no tuviera atmósfera, la Luna desaparecería completamente. Solo apreciaríamos un disco negro en la bóveda celeste en el que no habría estrellas.