Día Internacional del Libro
«Pasajes cómicos» es una nueva sección del CEDOCAM en la que mostraremos documentos que despierten nuestras sonrisas. El sentido del humor, según numerosos estudios, «es una fortaleza para el ser humano ya que genera cambios positivos en el organismo y la salud, pues al reírnos liberamos endorfinas que nos protegen del estrés. No sólo ayuda a mantener la salud, sino también a recuperarla».
El primer pasaje cómico que hemos elegido con ocasión del Día Internacional del Libro es el poema de Juan Pérez Delgado «Nijota» titulado «El libro y su fiesta», perteneciente a su obra Verso y prosa publicada en Santa Cruz de Tenerife en 1971. Recordemos que este día se conmemora, cada 23 de abril a nivel mundial, el fomento de la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio de derecho de autor.
El libro y su fiesta
Como soy un lector,
yo me concentro y vibro
cuando enfoco mis versos
a la «Fiesta del Libro».
El libro es una esfinge
que dice su secreto
a todo el que lo ojee,
si no es analfabeto.
En el libro, escritores
de fecundo meollo
ofrecen al lector
un auténtico rollo.
En el libro, los vates
sus canciones «entongan»,
porque el papel aguanta
todo lo que le pongan.
Según vieja costumbre,
de la que soy testigo,
el libro se le presta
al pariente o amigo.
Y también es costumbre
que, después de leerlo,
el pariente o amigo
olvide devolverlo.
Existen varios casos
de personas honradas
que forman bibliotecas
con novelas prestadas.
Por eso, humildemente,
me permito indicar
que la Fiesta del Libro
se debía celebrar
logrando, de algún modo,
que todo tinerfeño
devolviera hoy el libro
al legítimo dueño.
Así, mi «Vuelta al mundo»
tal vez me sea devuelta,
¡porque ya tiene tiempo
de haber dado la vuelta!...
Variaciones sobre el mismo tema
Aunque sea campesina,
es rica y eso me basta.
Es una mujer «en rústica»
pero está muy bien en «pasta»
-Tenía un anillo en un dedo
y no lo puedo encontrar.
-Yo creo que es en el «índice»
en dónde debes mirar.
Cuando bebo aperitivos
Siempre alguna cosa como.
Hoy me pusieron dos «tapas»
Y las dos eran de «lomo».
Un escritor descreído
en sus libros, que son latas,
como es un hombre sin fe
nunca pone «Fe de erratas».
Cuando se casó esa chica
Tenía ya un bebé hermoso.
Su autor es desconocido.
El editor es su esposo.
-Quiero imprimir en tu boca
un beso, ¿puedo efectuarlo?
-Bueno. Pero, aunque lo imprimas
no vayas a publicarlo