Estudios sobre Galdós
Gran cantidad de publicaciones sobre Galdós ponen de relieve su importancia en el mundo de las letras.
Numerosos estudios sobre Galdós avalan la fuerza creativa del más grande narrador español después de Cervantes. El hecho de ser el más notable representante del realismo en España e iniciador del naturalismo en nuestras letras han procurado una gran cantidad de publicaciones, artículos, ensayos sobre el autor poniendo así de relieve la importancia del magisterio de Don Benito. En palabras de Rafael Chirbes, destacado crítico literario ganador del Premio de la Crítica de narrativa castellana en 2007 y 2013, «Galdós no es un narrador tradicional, sino un narrador total, un maestro que, eso sí, se sitúa en el polo opuesto de los escritores que convierten su trabajo en espectáculo. En las novelas de Galdós las cosas fluyen sin dar nunca la impresión de que son fruto de un gran esfuerzo. Se diría que el escritor no existe, que todo nace inocentemente, con extrema facilidad. Hasta ahí llegan su respeto por el lector y su elegancia».
«… Ahora que la fe nacional parece enfriada y obscurecida, ahora que en nosotros ven algunos la rama del árbol patrio más expuesta a ser arrancada, demos el ejemplo de confianza en el porvenir. No seamos jactanciosos; pero tampoco agoreros siniestros y fatídicos. Nosotros, los más chicos, seamos los más grandes en la firmeza y vigor de las resoluciones; nosotros, los últimos en fuerza y abolengo histórico, seamos los primeros en la confianza, como somos los primeros en el peligro; nosotros los más distantes, seamos los más próximos en el corazón de la patria. De este modo contribuiremos a formar lo que hace tanta falta: la fe nacional. Cada cual, en su esfera, grande o chica, debe ayudar a formarla y robustecerla, pues sin esa gran virtud, no hay salvación posible para las naciones. Seamos, pues, los primeros y más fervorosos creyentes, y declaremos que el Archipiélago canario, centinela avanzado de España en medio del Océano, conoce bien las responsabilidades de su puesto, y en él permanece y permanecerá siempre firme, vigilante, sin jactancia ni miedo, confiado en sí mismo y en su derecho, sintiendo en su alma todo el fuego del alma española, que siempre fue el alma de las grandes virtudes, de aquellas que superan al heroísmo o son su forma más espiritual: la paciencia y el cumplimiento estricto del deber». Fragmento del discurso de Galdós: Recuerdo del banquete celebrado por la colonia canaria de Madrid en honor de su insigne compatriota (9 de diciembre de 1900)».