El Intemporal de esta semana del CEDOCAM está dedicado al reconocimiento de la labor y el legado de las primeras mujeres archiveras en España. El 2 de septiembre se cumplen 110 años de la publicación de la Real Orden por la que se permitió a las mujeres concurrir a las oposiciones y concursos convocados para los cuerpos de funcionarios dependientes del Ministerio de Instrucción Pública, entre ellos el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. La Real Orden fue especialmente novedosa ya que los demás departamentos ministeriales continuaron vetando a las mujeres hasta la aprobación del Estatuto de la Función Pública de 1918.
La primera mujer que ingresó en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos fue Ángela García Rivas, destinada a la Biblioteca Pública de Jovellanos en Gijón en 1913, pero le siguieron otras muchas como Áurea Javierre, destinada al Archivo de la Corona de Aragón, María Moliner, destinada al Archivo General de Simancas en 1922 o Teresa Vaamonde jefa del Archivo de la Delegación de Hacienda en Las Palmas en 1939 y bibliotecaria en Palencia, Jaén y Canarias.