Artículo de divulgación: «El valor de las cartas. Fondo Estévanez», por María José Vera González
«Las cartas tienen el poder de engrandecer la vida. Son prueba de motivación y ahondan en el entendimiento. Demuestran cosas, cambian vidas y reordenan la historia».
Garfield, Simon. Postdata: curiosa historia de la correspondencia.
Las cartas del Fondo Estévanez tienen este efecto descrito en las palabras de Simon Garfield, autor de Postdata: curiosa historia de la correspondencia. Cuando llegó esta colección al Cedocam pensamos, en un principio, que se trataba de miles de documentos administrativos, políticos y notas de prensa dada la condición de su dueño, Patricio Estévanez. Pero según íbamos realizando el proceso de digitalización, catalogación y transcripción de las cartas, fuimos descubriendo a una persona íntegra, humana y, lo que creemos más importante, entregada a su familia y al interés general de los habitantes de Santa Cruz de Tenerife. Patricio Estévanez realizó una importante labor periodística. Fundó y dirigió La Ilustración de Canarias y el Diario de Tenerife, éste último desde 1886 hasta 1917. Fue concejal en varias ocasiones del Ayuntamiento de Santa Cruz y fue un firme defensor de los cabildos insulares. Su hermano Nicolás fue también un importantísimo poeta, político y militar, autor del poema Canarias.
La lectura de estas cartas nos transporta a un tiempo pasado y remoto pero nos acerca a una parte de nuestra historia de la mano de personajes que estuvieron en un primer plano de la escena política, intelectual y cultural de la isla de Tenerife de finales del siglo XIX y principios del XX. Patricio Estévanez se carteaba con directores de prensa española y europea, ministros, intelectuales, médicos, científicos… Cada una de sus cartas es única e irrepetible. Cada carta nos recuerda lo afortunadas que somos por estar en contacto con estas fuentes primarias de información que nos permiten, más allá del proceso técnico y, a pesar de las indescifrables grafías que encontramos en muchas de ellas, emocionarnos al ser testigos de sus alegrías y de sus tristezas, de sus triunfos y de sus fracasos.
Muchas cartas aluden a las epidemias que azotaron a las islas en aquella época. Hay cartas que hablan sobre el cólera o sobre la fiebre amarilla. Cartas que nos dan cifras de fallecimientos y grandes pérdidas económicas. También hay documentos históricos sobre estos hechos como el Bando municipal de 7 de junio de 1851 emitido por el alcalde de Santa Cruz, Esteban Mandillo, sobre las medidas higiénicas establecidas con motivo de la epidemia del cólera.
Pero también hay cartas divertidas como la de la famosa arpista Esmeralda Cervantes cuando casi pierde el barco que la llevaba de vuelta a la Península. Cartas curiosas como la que cita al gran poeta Tomás Morales como un joven con talento literario recién descubierto o las cartas del médico Tomás Zerolo relatando con detalle accidentes y operaciones realizadas a sus pacientes.
En definitiva, las cartas del Fondo Estévanez poseen gran atracción por su franqueza, por la información que contienen y porque dan fe de que el género epistolar es, sin duda, distinto a cualquier otra forma de comunicación.
La carta que ilustra este artículo es la primera carta que se sella, envía y recibe desde la nueva Casa de Correos instalada en el número 9 de la calle de la Marina, en Santa Cruz de Tenerife. Fue enviada a Patricio Estévanez por Julio Jiménez, Administrador principal de Correos de Canarias, el día 20 de julio de 190-?.
María José Vera González, Subdirectora del Cedocam