Tal y como explicó Conrado Rodríguez-Maffiotte en su artículo “La Muy Benéfica Santa Cruz de Tenerife”, publicado recientemente en esta web de Museos de Tenerife, el 29 de septiembre de 1893 el barco italiano «Remo» llegó a Santa Cruz de Tenerife con personas infectadas por el cólera. Desafortunadamente hubo contacto con tierra y esto dio lugar a la invasión de la epidemia del cólera morbo por la isla llegando a alcanzar a multitud de hogares. La reacción del pueblo frente a la adversidad fue ejemplar y las autoridades y los médicos, como Diego Guigou o Juan Febles, lucharon contra el nuevo invasor formando comisiones de Sanidad, Subsistencia y Beneficencia.
Todos combatieron sin descanso contra la enfermedad. Se instalaron hospitales de aislamiento en ermitas, se desinfectaron las casas, las calles y los barrancos.
Después de tres duros meses, el 11 de enero de 1894, la Gaceta de Madrid publicó que la epidemia colérica había terminado y declaró limpia la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.