El CEDOCAM dedica el Tidbit de esta semana a la gran arpista Esmeralda Cervantes, una mujer adelantada a su tiempo. Fue niña prodigio del arpa además de periodista, antiesclavista, defensora de los derechos de la mujer, entre otras cosas. Sus últimos veinte años de vida los pasó en Tenerife, decisión que queda fielmente reflejada en esta interesantísima carta que envía a Patricio Estévanez.
La carta, conservada en el CEDOCAM (fondo Estévanez) junto con otros cientos de documentos conforman el embrión del que surge el proyecto escénico que recordamos, se estrenará el próximo viernes en el Teatro Leal bajo la creación y dirección artística de HelenaTurboTeatro. Reproducimos a continuación dicha carta donde queda también patente el amor de Esmeralda por las islas Canarias.
Transcripción de la carta:
Barcelona 16-III-1902
Mercaders 28, 2do
L. D. Patricio Estebanez [sic]
Mi buen amigo; Dirá V. se fue a la francesa sin despedirse de los amigos, pues amigo mío, no es culpa mía y sí del agente del Vapor Italiano, estaba anunciado para el día 9 y me aseguraron que nunca llegava [sic] el día marcado de manera que lo esperava [sic] para el día 10, yo muy tranquila dormía eran las ocho de la mañana del día 9 cuando viene avisarme que el vapor llegó y sale una hora después, figúrese V. mi apuro, sin los baúles prontos, ni el arpa en su caja, sin ropa blanca pues la tenía la lavandera, en fin pareciendo mi cuarto la casa de Tocameroque cogiendo la Sra, de la casa lo que encontraba y metiéndolo de cualquier manera en el coffre [sic] una de las niñas vistiendo a Alberto, yo acabando de hacer toilette, los mozos de cuerda cargando con el arpa, en fin como cuadrilla de ladrones que se escapan, así me fui, sin poder decir adiós a los amigos. Dios manda perdonar, pero francamente me es duro tener esa generosidad con ese dichoso agente, pues él tuvo toda la culpa [al] anunciar a las 8 que la partida es a las 9, cuando solo salió de Santa Cruz a las doce, esto no se hace, es engañar [a] los pasajeros por último estando el mar algo revuelto y con el tiempo tan limitado, fui ala [sic] agencia para ver si podía ir en la lancha que tenía que llevar al Capitán, no quiso, yo creí que nuestro bote virava [sic] y poco me faltó para morirme del susto, pues el mar era tan bravo que para desembarcar y subir a la escalera del buque tuvieron dos marineros que cogerme y aprovechar un momento propicio para cogerme y subirme a bordo crea que si no quisiera tanto a las Islas Canarias, una despedida tan poco cariñosa hubiera bastado para que no pensara nunca más en volver. Si tiene V. ocasión para decirle dos palabras a ese S. Agente de la Velvee se lo agradeceré.
Dentro de poco espero regresar a esa, mi esposo me dejó libre de escoger entre Barcelona y Santa Cruz y resolví fijar nuestra residencia en Tenerife, pues la vida aquí no es vida desde que llegué querían tanto obsequiarme que tengo cada día un convite y de la noche se hace día, lo cual no puede ser bueno para la salud y sobre todo a Óscar que le gusta la vida tranquila, solo falta que los amigos que lo son míos, lo sean de él.
Unos días antes de salir de Santa Cruz tomé una casita que pongo a su disposición Méndez Núñez 1, esperando tener el gusto de verle para primero de mayo, mientras tanto se repite la affª amiga
Esmeralda