Programa de Fiestas del Puerto de la Cruz de 1965, editado por el Excmo. Ayuntamiento de la ciudad del Puerto de la Cruz.
Reproducimos un emotivo fragmento del prólogo de este programa firmado por Almadi que lleva por título Puerto de la Cruz: cultura, nervio:
¿Has tenido, alguna vez, un pájaro vivo apretado en la mano?
La pregunta que es de García Lorca nada tiene que ver con el Puerto de la Cruz. Pero aquí, en estas líneas, le quitamos la intención con que la pronuncia la heroína de Yerma y la adoptamos porque ya no es de Federico, sino del patrimonio universal para explicarnos el temblor, los estímulos que el tema de la ciudad turística nos produce. Por toda la isla, el escritor tendrá, a saltos, mil motivos de delectación y otras tantas sugerencias para su creación. Será una roca, una cala, un médano, un árbol, un bosque, una llanura, un barranco, y la emoción le llegará inesperadamente, como algo que viniera a clavársele en el pensamiento, hiriéndoselo. Motivos tendrá, el que así busque, para llenarse la alforja de cosas sugestivas. Pero el Puerto de la Cruz (que no es puerto, chico, no es puerto) es, en la isla, lo distinto, lo que quisiéramos coger entre las manos, lo que tenemos en ellas alentando, alentándonos, diciendo lo que no se nos ocurría, lo que empezábamos a desear. Sí: es un pájaro vivo aprisionado entre el índice que el Teide eleva a los cielos para señalar la España Atlántica, y el pulgar mocho, azul, extendido, interminable, que es el mar, después de que la isla lo aplastó para convertirlo en llanura para barcos y emigrantes. (
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