Esta nueva sesión optó por el «world café», una metodología de trabajo participativa basada en la conversación grupal
En el contexto de
«El museo como yo lo veo», proyecto educativo coordinado por Museos de Tenerife (Museo de Historia y Antropología de Tenerife y Museo de Naturaleza y Arqueología) en colaboración con la
Fundación DISA, más de 50 jóvenes miembros de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Tenerife «Miguel Jaubert» (OFJT-MJ), pertenecientes a la
Asociación ACADIM (Asociación Canaria para la difusión de la Música), visitaron el MUNA en una nueva sesión de trabajo celebrada en jornada intensiva este sábado 19 de junio.
La sesión siguió el formato de
«world café» a propuesta de la propia asociación musical. Esta metodología de trabajo facilita la conversación grupal en torno a una serie de preguntas significativas, compartiendo y creando procesos colaborativos de indagación sobre determinadas temáticas, en un ambiente cálido y acogedor como el de un café. En esta ocasión, los jóvenes reflexionaron y debatieron en torno al significado de los museos en su formación y sus vidas.
Los adolescentes, en su mayoría, perciben que los museos, por regla general, no están diseñados para ellos sino para las personas mayores. Estos centros albergan en su interior exposiciones poco renovadas que emplean preferentemente un formato textual con términos difíciles de comprender, exigiendo visitas largas, formales, y con frecuencia, aburridas. Hay que tener en cuenta que las primeras experiencias con los museos tienen lugar durante la etapa escolar, en primaria generalmente, como actividad que sitúa a niños y niñas como «público cautivo», término acuñado para referirnos a las personas que acuden a actividades culturales de forma no voluntaria. De esta manera, una primera experiencia no satisfactoria puede determinar una predisposición negativa del escolar en su etapa preadulta y adulta hacia los museos e instituciones culturales.
Los adolescentes reflejaron a través de sus opiniones unas demandas centradas en el deseo de disfrutar de unos museos dinámicos, lúdicos y participativos, más cercanos a sus intereses y a su forma de conocer el mundo, con recursos y formatos alternativos, más interactivos y sensoriales, que propicien experiencias personales atractivas y duraderas.
¿Seremos capaces de construir, junto con los propios jóvenes, museos que entonces ellos sientan como suyos?
Este es nuestro próximo reto.