Procedencia: Barranco del Infierno (Adeje, Tenerife)
Datación: 1.264 AD – 1.401 AD
Sexo: posiblemente masculino
Edad: 7 – 8 años
Descripción: la momia fue inhumada en posición de decúbito supino con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. Presenta una envoltura hecha con pieles de cabra que en algunas zonas conservan el pelo del animal colocado hacia el interior. El fardo funerario le cubre la cabeza y las piernas están envueltas separadamente.
El niño presenta el esqueleto completo.Carece de pelo, pero conserva parte de los ojos y la nariz. Ha perdido las uñas de manos y pies. No presenta signos de que se le hayan extraído las vísceras ni el cerebro. No presenta patologías. Tampoco presenta marcadores de haber sufrido desnutrición.
Circunstancias del hallazgo: se desconocen las circunstancias de su hallazgo. Fue donada al Gabinete Científico de Santa Cruz de Tenerife a finales del siglo XIX o principios del XX. Pasó a formar parte de las colecciones del Museo Arqueológico de Tenerife en 1958.
Según Diego Cuscoy en su libro “Los Guanches” (1968) la momia fue hallada junto a granos de cebada, pelo de cabra, regatones de asta, pelo humano y cráneos. En el Museo Arqueológico existen cráneos y huesos del esqueleto postcraneal del Barranco del Infierno aunque desconocemos si proceden del mismo yacimiento; se trata de restos pertenecientes a 3 individuos con restos de momificación y al menos 11 individuos esqueletizados y que en algún caso presentan una datación similar a la de la momia.