En este nuevo número de la sección REGISTRO DE SALIDA, presentamos una pieza muy singular. Se trata de un reloj eléctrico para el fichaje de entrada y salida de los trabajadores del antiguo tranvía de Tenerife. Es un reloj de la marca NTR (National Time Recorder Company Ltd), del Reino Unido, de 1930, que fue restaurado por la Unidad de Relojes Históricos de la Fundación CICOP (Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio), que tiene por objetivo la conservación de los relojes mecánicos, públicos o privados, de alto valor significativo, que estén en uso o en desuso, restaurando y adecuando cada pieza para la función que tenga encomendada, sea la de marcar la hora en su lugar de siempre o la función museística en su lugar de exposición, dada la importancia patrimonial de las mismas.
Gracias a esta Unidad de Relojes Históricos, constatamos que se trata de un reloj secundario, de los denominados “esclavos”, que depende de un reloj maestro que le envía impulsos eléctricos para la marcación de la hora. El sistema de transmisión e impresión de la hora es totalmente mecánico. El reloj se encuentra en el interior de un mueble, una caja robusta de madera de roble, de 87 x 36 x 28 cm, diseñada con una gran base para ser apoyada sobre un soporte y con un colgador para ser colocado en la pared. El mueble tiene una puerta de cristal con marco de madera y cerradura que deja ver la esfera del reloj, elaborada a partir de una placa de cinc redonda de 24 cm de diámetro, pintada en blanco y con numeración romana en negro. Está rotulada con la marca del distribuidor “horlogerie controle electricite” Bruxeles, empresa que fue fundada en 1920. Cuenta, además, con una cubierta metálica provista de entrada para las fichas y otra puerta de madera que permite el acceso al grupo mecánico de impresión de las mismas.
El reloj posee dos máquinas diferenciadas, estando la primera en la zona superior, detrás de la esfera electromecánica. Dispone de un imán que mueve el tren de engranajes que señalan la hora mediante impulsos eléctricos externos. La segunda máquina está situada en la parte inferior y es totalmente mecánica. Es la encargada de la impresión y está compuesta por un conjunto de ejes, resortes y palancas, montadas sobre un bastidor de bronce y base de hierro fundido. Ambas máquinas están conectadas por dos ejes de transmisión, uno para el día de la semana y otro para las horas y los minutos para su impresión.
Su funcionamiento se basa en un patrón horario que proporciona un reloj maestro, que se distribuye a otros relojes secundarios o esclavos que marcarán exactamente la misma hora que reciben del reloj maestro. Esta distribución de la hora se realiza mediante una serie de impulsos eléctricos que mueven, al mismo tiempo, todos los sistemas de relojes conectados al circuito. Un sistema de gran importancia para las empresas con diferentes departamentos que requieren la medición del tiempo con precisión y uniformidad y esencial para una empresa de transportes, para el mejor control de salidas y llegadas de las diferentes estaciones. Además de los relojes secundarios, el sistema podía activar otros elementos como alarmas, mecanismos de control del horario de los trabajadores, etc.
El antiguo tranvía de Tenerife debía estar dotado de un sistema de este tipo, a juzgar por la pieza que hoy se conserva en el Museo de Historia y Antropología y que se podrá ver próximamente formando parte de la exposición permanente de su sede de la Casa Lercaro en La Laguna. Un reloj de control horario de entrada y salida de los trabajadores, que dejaba registro en una ficha personal. Lamentablemente tan solo ha llegado hasta nosotros el reloj secundario de fichar, pero no el reloj maestro del que dependía. Sin embargo, el magnífico trabajo de restauración al que se sometió, dejó la pieza con plena capacidad de funcionamiento, incluyendo la confección de un reloj primario, un pequeño dispositivo horario o módulo Reloj Maestro, separado de la pieza restaurada, que, en caso de su puesta en funcionamiento, emite la necesaria señal eléctrica activando los mecanismos de la pieza.
Gracias al Museo y a la Unidad de Relojes Históricos del CICOP, podremos contemplar expuesta esta magnífica pieza que, desde su puesta en marcha a principios de los años 30 del siglo XX y hasta su desinstalación con el final del servicio del antiguo tranvía de Tenerife, a finales de los años cincuenta, ha formado parte de la vida laboral de todos aquellos trabajadores que integraban la plantilla de ese primer tranvía, quienes mantuvieron una relación diaria con esta pieza, al accionar la palanca de fichar dos veces al día: una para registrar la hora de entrada y otra para registrar la de salida.