Entre los objetos que forman parte de la colección de Tecnologías modernas del Museo de Historia y Antropología de Tenerife nos encontramos el “Mirroscope”, también conocido como proyector opaco o linterna mágica, singular objeto que viene a protagonizar nuestro nuevo REGISTRO DE SALIDA en su entrega número 72.
Originalmente llamado “Proyector de postales Little Buckeye”, fue fabricado por Buckeye Stereopticon Company, de Cleveland (Ohio), como una variedad más de linterna mágica y estereopticón (aparato proyector muy similar, pero de mejor calidad) que se llegaría a utilizar como elemento de entretenimiento y educación dentro del ámbito doméstico antes de la llegada de las imágenes en movimiento y del cine propiamente dicho, lo que lo convierte en un claro objeto pre-cinematográfico. La empresa ofreció cuatro modelos de esta máquina a precios que oscilaron entre los 15 y los 42 chelines, por lo que se podían encontrar en el mercado modelos de un tamaño más pequeño y orientados al público infantil, como si de un juguete se tratara.
El “Mirroscope” se basaba en los mismos principios de la linterna mágica que consistían en proyectar una imagen sobre una pared a través del uso de lentes y luces ubicados en el mismo aparato. A diferencia de sus antecesores, colocar el foco de luz detrás de la pantalla tenía sus ventajas pues las imágenes podían mostrarse más brillantes y grandes, además de permitir proyectar desde detrás del público lo que hacía la visión de las mismas mucho más realista.
De 45 cm de ancho por 43 cm de alto y fabricado en metal de un gris oscuro, nuestro “Mirroscope” se estructura como una caja de seis caras con una lente ajustable unida al panel central, lo que permitía conseguir un mejor enfoque de la imagen proyectada. Justo bajo la lente aparece una chapa con la inscripción “Reg. Trade Mark. Pat.applied for #13081-1910”, que vendría a reflejar la fecha de fabricación de la pieza y, por debajo de ella y en modo de relieve, el modelo: “1912 MODEL”.
En la parte superior tiene dos huecos en los que posiblemente estaban insertas dos chimeneas. Al estar ubicadas directamente sobre las fuentes de luz evitarían que el calor se almacenara dentro del aparato, frenando también la entrada de luz al interior.
El panel trasero tiene bisagras en la parte inferior y se abre para revelar un quemador doble y placas reflectoras semicirculares similar a un espejo. El carácter corredizo de la puerta trasera permitía colocar dos postales o fotografías a la vez, de forma que según se moviera de un lado hacia otro se podía ver una u otra imagen.
En su interior, las imágenes se iluminarían gracias a dos bombillas de 100W cada una, respaldadas por un círculo similar a un espejo, aunque otros modelos se equipaban con una fuente de gas en vez de electricidad.
El proyector se apoya sobre cuatro piezas hechas del mismo material del que está hecha la máquina, lo que permitía una mayor estabilidad en las zonas donde se ubicara. En la base también aparece una inscripción, pero su lectura es complicada dado el desgaste de la misma. Se puede intuir que hace referencia al lugar de fabricación: “[…] Cleveland U.S.A […]”.
Aunque fue creado con la idea de ser un objeto para el entretenimiento lo cierto es que, en sus inicios, el “Mirroscope” se empleó en las presentaciones de trabajos de investigación a través de conferencias, en las que a menudo se incluían retratos de personas destacadas para agregar autoridad a lo expuesto. Evidentemente, el uso de imágenes de retratos se haría de manera controlada para evitar caer en la monotonía. Sin embargo, a menudo el uso de diapositivas o fotografías con estos aparatos no quedaba exento de deficiencias, puesto que en ocasiones era imposible plasmar en las placas de vidrio escenas muy complejas de pintar. De hecho, desde principios del siglo XX ya era muy habitual encontrar en las tiendas este tipo de objetos junto a materiales científicos.
Pero el “Mirroscope” también fue suministrado en el mercado como un elemento de diversión en el ámbito doméstico. Como los aparatos solían venderse con una serie de accesorios (desde colecciones de transparencias hasta publicaciones, libros de instrucciones de uso, etc.) se convirtió en un magnífico reclamo para que los aficionados al mundo de las sombras chinescas deleitaran a familiares y visitantes con sesiones privadas de linterna mágica en sus salas de estar. Los más sencillos estaban hechos de hojalata y eran más baratos, pero para los que podían pagarlo estaban otros modelos hechos en caoba fina o incluso provistos de azulejos con incrustaciones.
Sin embargo, aunque fue un objeto que tuvo un gran éxito en ventas desde sus inicios, lo cierto es que con la Guerra Mundial la mano de obra escaseó debido al gran número de trabajadores alistados en el ejército, lo que llevó a dejar de hacer los “Mirroscope” y seguir fabricando espejos hasta la mitad de la década de 1920, ahora como The Metal Stamping and Manufacturing Company.
Para saber más:
https://library.sdsu.edu/pdf/scua/ML_Gazette/MLGvol22no03.pdf
Frutos Esteban, F.J. (2008). La linterna mágica: de la invención a la decadencia (siglos XVII-XX). En Historia Contemporánea, 36. Pg. 9-32