Mapa que forma parte del atlas L´Affrique en plusieurs cartes et plusieurs traités de géographie et d´histoire, editado por primera vez en París en 1656. El volumen dedicado a África fue el tercero de los cuatro concebidos por Sanson d´Abbeville para describir, además de a aquel continente, a Europa, Asia y «las Américas». El citado volumen incluye dieciocho mapas entre los que se encuentra este «Isles Canaries». Eso sí, conociendo su origen editorial, conviene matizar que el mapa en cuestión, el cual se conserva en los almacenes que albergan la cartoteca del Museo de Historia y Antropología (MHA), puede contemplarse como una pieza aislada e independiente al volumen al que hacíamos alusión anteriormente.
«Isles Canaries» representa a las islas Canarias, Madeira y Salvajes, además de a la parte de la costa africana próxima al Cabo Bojador. En el mapa de Sanson d´Abbeville puede apreciarse el meridiano origen de la isla de El Hierro y una cartela policromada central - en la que se incorporan los datos alusivos a título, autor y fecha de edición - desproporcionada para el tamaño del mapa, de estilo barroco, la cual incorpora decoración vegetal y motivos frutales. El estilo de esta cartela, tanto por su diseño como por su colorido, nos ayuda a situarnos en el trascendental momento que estaba viviendo la cartografía europea, pues no en vano, Sanson d´Abbeville (considerado el padre de la cartografía moderna francesa), fue el principal promotor e instigador de que su país tomase el relevo de la gloriosa escuela cartográfica de los Países Bajos, caracterizada por sus hallazgos estéticos y su imprecisión en las rutas y medidas. Las reminiscencias estéticas de los artesanos cartógrafos de Amsterdam todavía palpitan en la obra de Sanson d´Abbeville, paradigma de aquel momento de transición.
«Isles Canaries», igualmente, es una representación reveladora de las aspiraciones imperialistas de la Francia de Luis XIV. Si nos atenemos a los topónimos que pueden leerse en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, es evidente el conocimiento que el autor del mapa pudo tener de la edición impresa de 1630 del manuscrito B de Le Canarien, la cual corrió a cargo de Bergerón, obra que presenta la particularidad de incorporar - junto con la referida crónica de la conquista normanda de Canarias narrada por los partidarios de Jean de Béthencourt - un tratado de navegación cuyo objetivo fue el de realzar el esplendoroso pasado de las empresa marítimas francesas. Sanson d´Abbeville no fue el único cartógrafo que bebió de las fuentes normandas y así vemos como su sobrino, Pierre Du Val d´Abbeville, geógrafo que igualmente formó parte de la corte del rey de Francia, en su mapa «Les Isles Canaries» (uno de cuyos ejemplares, igualmente como pieza independiente, puede contemplarse en la sala de cartografía del MHA) se hace eco de aquella expedición normanda que contó con el auxilio de monjes franciscanos y con el apoyo logístico del rey de Castilla de aquel entonces, Enrique III.
Sanson d´Abbeville, al igual que Pierre Du Val, invirtieron la tradición y, a diferencia de obras como el Libro del Conoscimiento (c. 1390) en el que se vertió la palabra escrita, la tradición gráfica marinera reflejada en los portulanos de la época, fueron capaces de plasmar gráficamente los textos de libros y crónicas que reflejaban los afanes expansionistas franceses y de sus ilustres antepasados, los normandos.
«Isles Canaries» es un mapa cuyo atractivo estético no impide ver su condición de documento imprescindible que retrata toda una época. Asimismo, la vinculación entre el mapa de Sanson d´ Abbeville y el de Pierre Du Val pone de relieve el proceso de formación de la cartoteca del Museo de Historia y Antropología y como las adquisiciones por compra realizadas por el museo han ido complementando el cuerpo inicial de la colección, perteneciente a Ulrich Ahlers y la cual fue depositada en el Museo en el año 1995.