A principios del siglo pasado, allá por los años 20, llega a la Ciudad de los Adelantados, desde el sur del continente americano, un habla muy particular: el verres o hablar al revés. Una manera de hablar ideada para no ser entendida, un código que confundía a los más atentos. Nacida como subterfugio para que las autoridades no entendieran a los hablantes, los policías no entendieran a los presos… a los conspiradores.
Atraviesa el charco el verres y se populariza entre los laguneros ¡exclusivamente!, haciendo que hasta aproximadamente los 60, hablar al revés fuese una curiosidad, un desafío para sus practicantes que lucían su talento entre amigos. Aunque perdiera aquel aire de ocultismo y conspiración de su origen suramericano, era un recurso de los laguneros para hablar sin ser entendidos entre sus amigos, seguramente, un refinamiento muy útil en el arte del cuchicheo. Lo hablaban en muy diversos lugares, pero sobre todo, en la célebre barbería de Fariña.
Estas noches entre acordes musicales, cuentos y la muy fluida experiencia en el verres de los miembros de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico de La Laguna, reviviremos y redescubriremos esta no tan conocida costumbre lagunera, que en cierta manera, forma parte del patrimonio intangible de la ciudad.
Amenizado por Juan Manuel Moreno y Lilia Suárez.
Con la colaboración de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico de La Laguna y Maruchi Hernández.
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