Los Quetognatos constituyen uno de los grupos de invertebrados que han despertado mayor interés entre los investigadores de la vida marina desde que fueron descubiertos por SLABBER en el siglo XVIII. Tal consideración se debe, aparte de su importancia científica pura y de su todavía enigmática posición filogenética, a diversas razones de orden práctico. Por un lado, si bien presentan relativamente pocas especies, existen en su taxonomía grandes confusiones y problemas, debidos en su mayor parte a que se trata de organismos de cuerpo blando, que aún se siguen investigando con interés. Del mismo modo, la importancia de’los Quetognatos en las cadenas tróficas pelágicas viene implícita en el hecho de que su número sólo es superado por los Copépodos en la composición de las muestras. También se les considera activos consumidores, no sólo de los organismos anteriormente citados, sino de otros entre los que se citan huevos y larvas de Peces, Cladóceros, Eufausiáceos, Poliquetos, Sálpidós, Apendicularias e incluso otros Quetognatos, constituyendo una significativa fuente de alimentos para algunos invertebrados y peces, de cuyas dietas, por lo general, forman parte. Asimismo, es preciso destacar el hecho de la realización de trabajos en el campo de la Zoología aplicada, que han demostrado con distinto éxito, la utilización de estos organismos como indicadores hidrológicos (BOLTOVSKOY, 1975 ; BOLTOVSKOY y MOSTAJO, 1974; FURNESTIN, 1953) y pesqueros (FIVES, 1971 ; PARK, 1970; fide BOLTOVSKOY, 1981)