Este libro se detiene en cómo se desarrollaba la vida de la comunidad indígena canaria hacia los siglos XIV y XV, cuando los navegantes europeos irrumpieron en la escena insular, otorgándole cierta diacronía a los sucesos conjugando las variables causales que dieron como resultado la adaptación progresiva y los modelos emprendidos para la subsistencia y la reproducción en condiciones óptimas para la supervivencia.