Bajo el lema "Una nueva cultura", la quinta edición del Congreso de Comunicación Social de la Ciencia (CSC5), organizado por el Planetario de Pamplona del 10 al 12 de marzo, en el Palacio de Congresos y Auditorio Baluarte, incluirá en su programa dos funciones de la obra de teatro "El honor perdido de Henrietta Leavitt" del Museo de la Ciencia y el Cosmos, perteneciente al Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife.
Esta obra, concebida como un homenaje al papel de las mujeres en Astronomía que ya se representó con éxito en La Laguna los pasados meses de noviembre y diciembre, concluye ahora su programación con una sesión escolar para 400 alumnos de bachillerato y otra sesión abierta al público el próximo miércoles 10 de marzo, a las 11:30h y 20:30h, respectivamente, en el Palacio Baluarte de Pamplona.
Este proyecto, en colaboración con el Planetario de Pamplona, ha sido financiado en parte por la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (FECYT), del Ministerio de Ciencia e Innovación, en el contexto del Año Internacional de la Astronomía y el Año Europeo de la Creatividad y la Innovación.
La "regla" de medir
La historia de Henrietta Swan Leavitt es un emotivo y dramático relato construido por la periodista Carmen del Puerto, directora del Museo, a partir de la poca documentación que existe sobre la vida y obra de esta astrónoma americana nacida en el s. XIX, a quien debemos la "regla" de medir grandes distancias en el Universo. Miss Leavitt, como la llamaban, y su colega Annie Jump Cannon, otro personaje de la obra, pertenecieron al famoso equipo de mujeres que trabajaba en el Observatorio de Harvard bajo las órdenes de Edward Pickering. Ambas fueron brillantes astrónomas que también tuvieron en común sus limitadas capacidades auditivas.
Si bien no es la primera vez que el Museo de la Ciencia y el Cosmos se embarca en experiencias teatrales con fines pedagógicos y lúdicos, en esta ocasión ha controlado todo el proceso de creación con los recursos y las capacidades propias del Museo y con la estrecha colaboración de los actores Natalia Ruiz Zelmanovitch, Débora Ávila Escobar y Javier Martos Martínez-, así como del resto de los participantes en el proyecto. De esta obra multimedia se ha valorado especialmente su escenografía y su música, en particular las canciones de Shirley Bassey que sirven de transición entre escena y escena.