Debido a la gran acogida y aceptación que ha tenido la exposición «La Lucha Canaria y el Club de Luchas Rosario», se ha decidido ampliar su periodo de exhibición hasta mediados del mes de septiembre, permitiendo, de esta forma, que todas aquellas personas que lo deseen puedan disfrutar de esta muestra que, a través de archivos de imágenes fotográficas, multimedia, paneles explicativos, figuras troqueladas de los más insignes luchadores, trofeos, vestimenta y demás recursos, ofrece un recorrido por la historia de la Lucha Canaria a través del Club de Luchas Rosario.
La exposición, inaugurada el 18 de mayo, en la sede de Casa de Carta del Museo de Historia y Antropología de Tenerife homenajea, así, a esta laureada entidad deportiva de la Lucha Canaria.
La lucha canaria: deporte y cultura
La lucha canaria es la más popular de las disciplinas y juegos deportivos vernáculos de las Islas Canarias. Es practicada en todo el archipiélago por miles de luchadores que mantienen una larguísima tradición que tiene su origen en los juegos de luchas que ya ejercitaban los primeros pobladores de las Islas antes de la conquista por la Corona de Castilla en el siglo XV.
Mantenida durante siglos como divertimento popular, modernamente se convirtió en una disciplina deportiva regulada institucionalmente a través de clubs y federaciones. En la actualidad la lucha canaria es practicada siguiendo lo estipulado por el Reglamento de la Federación de Lucha Canaria de 2003, donde se define como: “Un deporte vernáculo de las Islas Canarias, caracterizado por su habilidad y nobleza, teniendo como principio básico el desequilibrio del contrario/a hasta hacerle tocar el suelo con cualquier parte del cuerpo que no sea la planta del pie, empleando para ello, con un buen agarre, una serie de luchas, mañas o técnicas”.
Si bien su origen está indiscutiblemente asociado a los indígenas de las Islas, documentado en numerosas referencias de historiadores de todas las épocas, la lucha canaria ha experimentado, sin embargo, importantes cambios en su evolución hasta convertirse en un deporte de competición. En las últimas décadas, las transformaciones económicas y de las prácticas sociales y culturales de la población canaria, desde la dieta y hábitos alimentarios hasta nuevas formas de ocio, han contribuido a la tendencia a la profesionalización de los luchadores y a la institucionalización de la lucha canaria como deporte.
Regulada y reglamentada institucionalmente, la lucha canaria no puede ser reducida a una mera disciplina deportiva. Su enraizamiento secular con los primeros pobladores de las islas, su continuada práctica a lo largo de la historia y su mantenida popularidad, la convierten en uno de los elementos más significativos de la identidad canaria. El luchador ha sido siempre un prominente arquetipo del canario y la propia lucha, en su concepción y ejecución, una expresión genuina de la cultura compartida por la población del archipiélago. La lucha canaria, hoy un deporte popular que encierra aun la vibración del sufrimiento, la felicidad y la pasión por la vida de los isleños.
El Club de Luchas Rosario de Valle de Guerra
Como en muchas otras localidades de Tenerife, desde finales del siglo XIX las luchas espontáneas en Valle de Guerra, practicadas en las eras vecinales, fueron el origen del Club de Luchas Rosario. En 1943 un grupo de entusiastas, aficionados y luchadores, formados en las escuelas de Tegueste y Valle de Guerra, fundaron el Club Deportivo Rosario.
Comenzó compitiendo en Segunda Categoría, luchando en las eras de Genaro, la de Cho Manuel Candelario, la de la curva de Chiclana o la de don Ramón Jorge. Tras dos temporadas asciende de categoría, siendo las décadas de los años 50 y 60 las más brillantes en la historia del club, ganando la liga en 1958.
Salidos de la prolífica cantera de luchadores que siempre ha tenido Valle de Guerra, al Club han pertenecido destacados luchadores. Entre ellos, los inolvidables Jorge Gutiérrez (Chaval I), Felipe Ledesma y Gregorio Dorta, a los que posteriormente se le siguieron luchadores de la talla de Manuel Gutiérrez (la viejita), Honorio García (Chaval II) o José García (Chaval III).
Desde 1993, compitiendo en la Primera Categoría de la Liga de Lucha Canaria, el Club de Luchas Rosario tiene su terrero oficial en el “José Gutiérrez Chaval I”
En su dilatada trayectoria el Club ha tenido altibajos y momentos de crisis, llegando incluso a desaparecer durante algunos pequeños periodos. Sin embargo, una y otra vez ha vuelto a renacer gracias al esfuerzo y la ilusión de los muchos valleros, luchadores y aficionados, quienes mantienen con entusiasmo la larga tradición de la lucha en Valle de Guerra y vivo uno de los clubs más señeros de la historia de la lucha canaria.
Recientemente el Club de Luchas Rosario ha conseguido la Copa de Subcampeones de la Liga Gobierno de Canarias de primera categoría.