El Museo de Historia y Antropología, en su sede de la Casa Lercaro, en La Laguna, ofrece a los visitantes su tradicional puesta del Belén, realizado con figuras artesanales, datadas en el siglo XIX
El Museo de Historia y Antropología, en su sede en la Casa Lercaro, en La Laguna, abrió las puertas de la exposición ‘Piezas Dispersas. Figuras del Portal de la Casa de Nava’ este miércoles, cumpliendo así con su tradicional puesta del Belén en las fechas navideñas.
El Belén, que permanecerá expuesto hasta el 8 de enero, está compuesto por figuras artesanales procedentes del Nacimiento de la Casa de Nava, datadas en el siglo XIX, que representan diversas escenas de la vida diaria de los campesinos de esta época en las islas.
La consejera de Museos de Tenerife, Concepción Rivero, destacó el importante valor etnográfico del Belén, ya que según indicó, “las piezas no proceden de un taller, sino que han sido creadas en el ámbito doméstico”.
Por ello, agradeció, en nombre del museo, a los hermanos doña Elena, don Fernando, y a doña Leonor Monteverde Ascanio, la cesión de sus figuras para exponerlas en esta ocasión.
En este sentido, recordó que una de las principales funciones del museo “es la difusión y visibilización de sus colecciones con programas propios y exposiciones, que expanden y enriquecen su actividad cultural”.
“Por ello, desde que el Museo fue inaugurado en 1993, se incorporó la tradición de representar un Belén, que ha sido acogido a lo largo del tiempo con gran entusiasmo popular e interés mediático”, detalló.
Características del Belén
Las figuras artesanales están talladas con gracia y pulcritud. Tanto las caras como las manos, a excepción de algunas que poseen caras reaprovechadas de diferentes materiales y el resto del cuerpo de algunas de ellas, están fabricados en madera apenas trabajada en forma de simples listones y peanas. Otras han sido manufacturadas con gran prestancia, lo que se observa en el resultado de cabezas y extremidades.
Los textiles para recrear las indumentarias, las telas encoladas, las bases de cartón o madera y el barro para modelar los personajes y enseres, son los materiales utilizados para elaborar la estética de las distintas figuras.
Destacan también las piezas realizadas con telas encoladas. Están ataviadas con indumentaria tradicional canaria, excepto las Virgen, San José y un Rey Mago con su paje que visten ropajes historicistas, el resto posee vestimenta a la manera de los campesinos canarios del siglo XIX.
Los hombres lucen sombrero, camisa, chaleco, ceñidor, calzones, calzoncillos, polainas y uno de ellos, manta y alforjas. Por su parte, las mujeres se atavían con sombrero de fibra vegetal, pañuelo o mantilla, camisa, justillo, falda y delantal.
Al mismo tiempo, se expone un pequeño número de animales, palmeras y casitas que posiblemente acompañarían a estas figuras en el montaje del Nacimiento. Los propietarios recuerdan que también formaban parte de la representación el castillo de Herodes, hoy ya perdido.
Con respecto a los tamaños, existen dos escalas diferentes que oscilan entre los 44 cm, las mayores y 15 cm, la más pequeña. Las más grandes se colocan en un primer plano y las menores en altura, en la parte superior o más alejadas.