La Casa de Carta, actual sede del Museo de Antropología de Tenerife perteneciente al Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo Insular, ha sido declarada Bien de Interés Cultual por considerarse uno de los inmuebles más ejemplares de las grandes haciendas rurales históricas de Tenerife.La Casa de Carta está considerada un notable ejemplo de las viviendas solariegas construidas en Canarias en el siglo XVIII. Aunque adaptada al medio rural, queda patente su carácter noble tanto por las dimensiones como por los elementos arquitectónicos y los materiales que en ella destacan.
El edificio se distribuye en dos plantas, organizándose alrededor de sendos patios. Posee un muro almenado, un zaguán precedido de un arco de cantería y un patio principal.
La casa se reparte en dos zonas respecto al patio. Tiene un área noble, con diversas habitaciones, un salón y una galería orientada al Norte. El área de servicio se organiza en torno a un segundo patio orientado al Sur, donde está la cocina, la bodega y las dependencias de la servidumbre. En esta parte de la casa se ubica el aljibe y desde aquí se extienden los antiguos campos de cultivo y otras construcciones relacionadas con dicho uso.
La casona perteneció originalmente a la familia De la Guerra, antiguos propietarios de Valle de Guerra. Adquirida por el capitán Matías Rodríguez Carta en 1726, su familia sólo la habitaba temporalmente, coincidiendo con la recogida de las cosechas. Tras varios propietarios y moradores, en 1976 pasó a ser propiedad del Cabildo de Tenerife, emprendiéndose importantes obras de restauración. El 24 de enero de 1987 ésta fue finalmente abierta como museo.
Actualmente, estas instalaciones albergan «La Casa de Carta y las tradiciones», que presenta al público una muestra significativa de la cultura material asociada a las tradiciones populares locales. Ésta se centra en la exhibición de una selección de objetos y piezas de las siguientes colecciones del museo: «Indumentaria y textiles», «Aperos agrícolas tradicionales», «Cerámica», «Cestería», «Instrumentos musicales», «Ajuar doméstico», etc.
El trámite para declararla Bien de Interés Cultural (B.I.C.) se inició en diciembre de 1984 mediante la resolución de la Dirección General de Cultura del Gobierno de Canarias. En noviembre de 2003 el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo Insular de Tenerife emite un informe favorable a este trámite.
Analizada la propuesta de declaración del inmueble como Bien de Interés Cultural por el Consejo de Patrimonio Histórico de Canarias con fecha de 28 de junio de 2004, se ha resuelto por el decreto de 27 de enero de 2006 ser declarado como tal, en la categoría de Monumento, delimitando su entorno de protección. Dicho perímetro de protección establecido tiene como finalidad la necesidad de prevenir posibles impactos futuros que afecten el entorno del edificio; esto es, sus valores arquitectónicos y la apreciación de éste.