Aunque esta singular pieza forma parte de la exposición permanente de la Casa Lercaro y se puede visitar en cualquier época del año.
Se trata de un conjunto de gran calidad artística y de cierta singularidad, datado a finales del siglo XVIII. Sobre un fondo rocoso puede verse una ciudad amurallada y, en este marco, casi escenográfico, aparecen multitud de figuras en una distribución delicada y armoniosa, mostrando a quien se detiene y curiosea lo suficiente el detalle de que hay dos nacimientos dentro del mismo Belén: una escena, a la derecha, representa la adoración de los pastores a la Sagrada Familia; y la otra, a la izquierda, la adoración de los Reyes Magos.
Está compuesto por unas cincuenta figuras de madera policromada entre ovejas, ángeles y las representaciones humanas y divinas, así como la estrella, que aparece magistralmente suspendida en la parte alta irradiando su metafórica luz a todo el conjunto.
Varios han sido los estudiosos e historiadores que han solicitado acercarse a investigarlo y analizarlo. Recientemente, el doctor J.A. Lorenzo Lima ha arrojado datos sobre la intrahistoria que subyace detrás de la obra artística al consultar la correspondencia y otra documentación de índole económica generada por la familia Lercaro.
La obra fue encargada directamente a Génova en 1765 por Catalina de Ponte, viuda del militar Ángel Lercaro Justiniani. Alcanzó un importe de 1241 liras según una nota del costo firmada en dicha ciudad. Aunque sigue sin conocerse la autoría nominal de esta obra, sí que está documentado que en ella trabajaron maestros de distintas disciplinas como escultores, pintores, orfebres, carpinteros, doradores, herreros, etc.
El Belén puede verse en una de las salas de la exposición permanente dedicada a la casa y la familia Lercaro en el horario habitual del museo.