La conservadora de Paleontología y Geología del Museo de Ciencias Naturales (MUNA, Museo de Naturaleza y Arqueología) y Dra. Esther Martín-González es coautora —junto a las doctoras Carmen Romero, Inés Galindo, Nieves Sánchez y Juana Vegas— del artículo de investigación «Colapso lateral sin-eruptivo de volcanes monogenéticos: el caso del volcán Mazo procedente de la erupción de Timanfaya (Lanzarote, islas Canarias)» [Syn-Eruptive Lateral Collapse of Monogenetic Volcanoes: The Case of Mazo Volcano from the Timanfaya Eruption (Lanzarote, Canary Islands)], incluido en el libro de libre acceso Volcanes. Últimos hallazgos en Vulcanologia (Volcanoes - Updates in Volcanology), editado por el Dr. Karoly Nemeth en la editorial IntechOpen.
La evolución de estructuras volcánicas complejas conlleva, generalmente, eventos de colapso de sus flancos. Sin embargo, los conos volcánicos monogenéticos, que son los más numerosos en Canarias, son edificios más estables con procesos de deslizamientos de menor entidad que eliminan parte de las pendientes del cono.
En este artículo se presenta la historia eruptiva del volcán Mazo (Timanfaya, Lanzarote), incluida la primera descripción detallada de una avalancha de escombros que afectó a un edificio volcánico monogenético. El estudio y caracterización, a través de nuevos datos geológicos y morfológicos y el análisis de un gran número de datos documentales han permitido reinterpretar este volcán y asignarlo a la erupción del Timanfaya (1730-1736). El estilo eruptivo evolucionó de hawaiano a estromboliano hasta que se produjo un colapso de flanco, que destruyó gran parte del edificio y formó una avalancha de escombros que exhibió todas las características que definen el colapso de las estructuras volcánicas. La existencia de bloques del sustrato sugiere un proceso volcánico-tectónico asociado a una fractura que actúa simultáneamente con la erupción. La descompresión repentina provocó una explosión que produjo piroclastos que cubrieron la mayor parte de la isla.
Este estudio obliga a cambiar la percepción actual de peligrosidad baja generalmente vinculada a las erupciones monogenéticas y proporciona un nuevo escenario eruptivo para ser considerado en el análisis de peligros volcánicos y el desarrollo de estrategias de mitigación.