Se publica el quinto número de la colección de arqueología «Canarias Arqueológica. Monografías», órgano de difusión del Museo Arqueológico de Tenerife y del Instituto Canario de Bioantropología que aborda temas relacionados con Prehistoria, Protohistoria, Arqueología, Historia Antigua y Bioantropología.
Esta nueva publicación titulada “Julio Martínez Santa-Olalla, Luis Diego Cuscoy y la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas de Canarias Occidentales (1939-1955)” y escrita por Alfredo Mederos Martín y Gabriel Escribano Cobo será presentada próximamente en el Museo de la Naturaleza y el Hombre.
Las Islas Canarias se convirtieron desde 1925 en un área de investigación para los orígenes de la raza nórdica y de la lengua indoeuropea, con pelo rubio y ojos azules, que Eugen Fischer identificó con la raza de Cro-Magnon. Con él colaboraron desde 1930, Dominik Josef Wölfel y el catedrático de la Universidad de Madrid, Hugo Obermaier. Estas teorías fueron retomadas por las SS-Ahnenerbe desde 1935, en su búsqueda de los ancestros de la raza aria, que prepararon una expedición a las Islas Canarias en 1939 y contaron durante la 2ª Guerra Mundial con el apoyo de un discípulo de Obermaier, Julio Martínez Santa-Olalla, interlocutor directo de la SS-Ahnenerbe desde la visita en 1940 del SS-Reichführer Heinrich Himmler a Madrid.
El interés por el Neolítico norteafricano de Martínez Santa-Olalla coincidió con los deseos imperialistas de la Dictadura del General Franco. Nombrado Comisario General de Excavaciones Arqueológicas en 1939, asumió las competencias arqueológicas en España y designó Comisario Provincial en las Canarias Orientales a Sebastián Jiménez Sánchez en 1940, mientras en las Canarias Occidentales se fueron sucediendo Dacio Darias y Padrón en 1940, Juan Álvarez Delgado hasta 1951 y Luis Diego Cuscoy hasta 1955, aunque actuó como tal desde 1948 con el apoyo de Martínez Santa-Olalla y realizó el trabajo de campo desde 1942. El aspecto que más le interesó fueron las relaciones de los grabados de La Palma con el Bronce I Atlántico o Calcolítico, llegando a realizar una campaña en 1948, hasta entonces campo de estudio sólo de investigadores franceses, norteamericanos y alemanes.