Las energías renovables en la forma de paneles solares térmicos y
fotovoltaicos, molinos para energía eólica, y el uso de la energía de
las mareas, se están familiarizando en los países desarrollados. Sin
embargo una fuente útil y potente de energía, apta para el entorno rural, nos esta mucho menos conocido, probablemente porque se trata de «baja tecnología».Esta fuente es el biogás, producido por un proceso de fermentación del estiércol de las vacas y los cerdos en una mezcla con agua. La técnica es simple y barata en su aplicación, ofrece un surtido de gas de cocina a sus usuarios, y a la vez produce un abono limpio, biológico, fácil de aplicar, y da alta calidad. Es
de especial relevancia en sociedades donde los sistemas globales de
surtir energía o son muy caras, o no existen.En la charla se describe como, gracias a la ayuda del Cabildo de Tenerife, se ha desarrollado un sistema practico de biodigestores, con un proyecto piloto en el ITER (Granadilla), y se los ha instalado en un pueblo remoto rural en los valles andinos de Bolivia.