En el siglo XVIII, con la Modernidad llegó el acuciante deseo del cambio y, con él, la moda. Efímera por definición, la llegada de la moda hizo que el atuendo pasara de ser una mera envoltura del cuerpo a una extensión del mismo que irradiaba prestigio, estatus y rango social. Los viejos sistemas dejaron paso a la mecanización y la producción industrial. En consecuencia, cada vez más lejos del uso netamente funcional o estético, la vestimenta en la modernidad supuso el comienzo de la utilización del cambio como elemento de distinción.
La moda es un fenómeno cultural que nos transmite el espíritu del tiempo. Es el presente, lo actual, aquella prenda que está en vigor. Pero si hiciéramos el ejercicio de observar este mismo atuendo muchos años después de su "presente", a buen seguro que se convertiría en una cápsula temporal, en un maravilloso testimonio de aquel tiempo irrepetible. En la historia la moda es uno de los fenómenos más repetidos pues es inherente al ser humano.
"Des-Vestidos: una moda entre dos siglos" se enmarca dentro de la línea iniciada por el Museo de Antropología de Tenerife el pasado mes de abril con la exposición "18501950. Cien años de ropa interior en Canarias". En ambas muestras se exhibe una selección de piezas de indumentarias utilizadas en el tránsito de la sociedad tradicional rural y preindustrial a la sociedad moderna urbana e industrial.
Una cita ineludible con el Museo de Historia de Tenerife. Del 7 al 30 de junio.