Con el inicio del verano en el hemisferio norte, el 21 de junio a las 16:54 (hora canaria), comienza un periodo en el que la duración del día irá disminuyendo en nuestro archipiélago: de las 14 horas actuales a unas 10 horas dentro de seis meses
En la escuela aprendimos (aunque a veces en el museo tenemos que recordarlo) que las estaciones no son debidas a la mayor cercanía o alejamiento de nuestro planeta con respecto al Sol, sino a cómo incide su energía sobre la superficie terrestre, motivado por la inclinación que tiene el eje de rotación de la Tierra.
Cada año, nuestro planeta da una vuelta alrededor del cuerpo donde se concentra el 99,85 % de la masa del Sistema Solar, el Sol. Esta trayectoria, alrededor de nuestra estrella, es la órbita terrestre, y dicha órbita no es circular, sino ligeramente elíptica. Esto hace que una parte de esta órbita se encuentre más cerca del Sol (perihelio) y otra, más lejos de este (afelio). Realmente la diferencia no es mucha, poco más de un 3% entre ambas distancias, pero curiosamente, cuando comienza el verano en el hemisferio norte, es cuando estamos más alejados del Sol, pues el afelio tendrá lugar el próximo 4 de julio.
Al moverse en una órbita elíptica, nuestro planeta, cambia ligeramente de velocidad, yendo más lento cuando estamos alejados del Sol y más rápido, cuando nos acercamos a él. Esta variación de velocidad provoca que la duración de las estaciones no sea igual a lo largo del año.
La primavera y el verano tienen una duración más larga, o sea, duran más días que el otoño y el invierno, ya que la primavera y el verano suceden cuando estamos más alejados del Sol y, por ello, nos desplazamos más lentamente. Estas dos estaciones suman un total de 186,62 días, mientras que el otoño y el invierno transcurren en 178,63 días. En total, 365.25 días, que es la duración de la traslación de la Tierra alrededor del Sol. Ese 0,25 día de más lo compensamos cada cuatro años añadiendo un día en el calendario (año bisiesto)
El 21 de junio, que es el día más largo y la noche más corta en el hemisferio norte (lo contrario en el hemisferio sur), hay que celebrarlo, aunque sea un par de días más tarde saltando sobre las hogueras de San Juan, el 23 de junio.