Desde la semana pasada se está dando bastante publicidad a un fenómeno llamativo con cierto grado de peligrosidad y que ocurre mucho más a menudo de lo que pensamos: el acercamiento de un asteroide a las inmediaciones de la Tierra.
Se trata del asteroide 2005 YU55, una roca de 400 m de diámetro. Descubierto el día de los Santos Inocentes de 2005, fue clasificado como potencialmente peligroso. La noche del 8 de noviembre tuvo su mayor aproximación a nuestro planeta. Pero aclaremos qué significa “potencialmente peligroso”.
Desde que el 1 de enero de 1801 se descubrió el primer asteroide -Ceres (actualmente denominado cuerpo menor)-, el número de estos cuerpos ha ido aumentando exponencialmente, sobre todo en estas últimas décadas con los nuevos sistemas de detección desde tierra y con satélites espaciales capaces de localizar pequeños cuerpos de tamaño de metros. Se estima que existen más de 2 millones de pequeños cuerpos con un tamaño superior a 1 km girando alrededor del Sol, la mayor parte concentrados entre las órbitas de Marte y Júpiter, y otros en órbitas más excéntricas que los aproximan mucho más al Sol. Pero el número de pequeños cuerpos superiores a 1 m ascienden a miles de millones.
Actualmente hay más de 4.000 objetos catalogados como NEOs (Near Earth Objects), cuerpos cuya órbita se aproxima mucho a la Tierra, de los que sólo algo más de 800 son clasificados como potencialmente peligrosos, pues cruzan nuestra órbita y, en un futuro más o menos lejano, podría impactar con nuestro planeta. Todos los años hay varios pequeños cuerpos que se aproximan a distancias muy cercanas a la Tierra, como sucede esta noche con el asteroide 2005 YU55, que llegará a estar a unos 300.000 del centro de la Tierra (0,8 veces la distancia a la Luna) o el asteroide 2000 YA de 80 m, que estará a poco más de 1 millón de km el 26 de diciembre. Pero estos no son los más cercanos, ha habido otros que han llegado a rozar la atmósfera y que ni siquiera se habían detectado al acercase, sólo cuando ya se alejaban de nosotros. Quizás uno de los más famosos es el asteroide Aphofis, un pequeño cuerpo de unos 260 m que el 13 de abril de 2029 llegará a estar a una distancia inferior a la de los satélites geoestacionarios que orbitan a nuestro alrededor, sin que esto suponga un peligro de impacto. Pasará tan cerca que podrá verse a simple vista recorriendo la bóveda celeste en pocas horas.
¿Podremos ver esta noche al asteroide 2005 YU55?
Los canarios tenemos la suerte de tener sobre el horizonte a dicho asteroide en el momento de máximo acercamiento. Será esta noche cuando sobre el horizonte Oeste y desplazándose a una velocidad de unos 12º por hora, podríamos apreciar su rápido movimiento sobre el fondo celeste. Pero su brillo será unas 100 veces más débil que la estrella más débil que podemos ver a simple vista en un cielo muy oscuro. Incluso con unos sencillos prismáticos será prácticamente inviable su observación, no así con telescopios de mediano tamaño o su observación a través de cámaras ccd. Esperemos que los aficionados a la astrofotografía nos brinden bonitas imágenes de su paso, aunque sea un pequeño punto entre el fondo estrellado de nuestros cielos.
Por Oswaldo González, Técnico del Planetario del Museo de la Ciencia y el Cosmos.