En Canarias, al igual que en el resto de los archipiélagos de la región biogeográfica de la Macaronesia, existen muchos yacimientos paleontológicos que nos indican los cambios climáticos globales que han tenido lugar a lo largo de la historia geológica de estas islas. Técnicos de paleontología y geología del MUNA, junto a investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y de las dos universidades canarias, están realizando el proyecto ECLIPSA. Con este proyecto se ha estructurado una línea de investigación sobre las evidencias de los cambios climáticos registradas en esos depósitos que pueden ser fosilíferos o no. Para acompañar en este tiempo de obligado enclaustramiento, les voy a ir desgranando algunas curiosidades de estos yacimientos.
En la comarca noroeste de Tenerife se encuentra un sistema de arenas fosilizadas que se extiende desde Bajamar hasta Jóver, y de dónde se extrajo durante el siglo pasado la famosa arena de Milán para la construcción. Lo primero que se nos viene a la cabeza es que las únicas dunas que existen en Tenerife son las de El Médano, al sur de la isla, que también nos ofrecen una información valiosísima. Pero, hace unos 700.000 años, en esa costa acantilada que actualmente conocemos se desarrolló un sistema de dunas semejantes a las que hoy en día podemos ver en Jandía o Maspalomas.
En este yacimiento se ha encontrado una especie de caracol terrestre ya extinta que era exclusiva de esta zona de la isla, Napaeus lajaensis, y también restos fósiles del lagarto gigante de Tenerife, Gallotia goliath. Aunque desde el punto de vista paleontológico es sin duda muy importante, su mayor interés es el paleoclimatológico, ya que a partir de las capas de arenas que lo componen podemos extraer información acerca de que el clima de esa época tuvo fases más áridas y otras más húmedas.
Pero el sistema de arenas quedo inmovilizado por una capa de pumitas, procedente de las violentas explosiones volcánicas producidas en las inmediaciones de las Cañadas del Teide, que las fosilizó. La erosión natural y la extracción de arenas han dejado expuesto un extraordinario lienzo de la historia geológica de Tenerife.
Esther Martín-González
Conservadora de Paleontología y Geología. Museo de Ciencias Naturales de Tenerife