El cetáceo en cuestión es un rorcual (género Balaenoptera). Las imágenes no permiten observar el cuerpo completo del animal, pero por lo que se puede apreciar, dado el pequeño tamaño, forma y patrón de coloración del cuerpo y aletas pectorales –con la característica mancha blanca-, y los rasgos de la región dorsal de la cabeza, podemos aventurarnos a proponer su identificación, y sospechar que se trata de un ejemplar juvenil (ballenato) de rocual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata).
El rorcual aliblanco es una de las nueve especies de rorcuales existentes en el mundo. Todos pertenecen a la gran familia de los misticetos –ballenas sensu lato-, que engloba a aquellos cetáceos que carecen de dientes y que, por tanto, son filtradores. A pesar del imponente tamaño apreciable en las imágenes, el ejemplar varado pertenece a la especie de ballena más pequeña del planeta, pudiendo alcanzar los adultos algo menos de 10 metros de largo. De hábitos migratorios, las dos subespecies reconocidas de rorcual aliblanco solo habitan el hemisferio norte de los océanos Atlántico y Pacífico –aunque existe una posible tercera forma en el hemisferio sur que permanece sin describir-.
Como todos los rorcuales, vive generalmente en mar abierto y se alimenta ingiriendo grandes cantidades de agua en las que se encuentran sus presas, para luego expulsarla haciéndola pasar por sus barbas o ballenas insertadas en la mandíbula y cráneo alrededor de la boca. Estas piezas son estructuras filamentosas a modo de cepillo –compuestas de queratina, la misma proteína que forma nuestras uñas y pelo- que filtran y retienen su principal alimento, constituido mayoritariamente por crustáceos planctónicos –entre los que se encuentra el conocido krill– y peces y cefalópodos de pequeño tamaño.
Esta particular forma de alimentarse los convierte en grandes filtradores oceánicos. Por ese motivo, es habitual que numerosas artes de pesca abandonadas y gran parte de la basura –plásticos, principalmente- que flotan en las grandes masas de agua, acaben en su garganta, tal y como presumiblemente le ocurrió a nuestro desdichado protagonista en el vídeo.
Aunque desgraciadamente todavía se pesca en algunas regiones del mundo, en España el rorcual aliblanco -al igual que todos los cetáceos marinos- está protegido por numerosos convenios nacionales e internacionales desde que nuestro país pasó a formar parte de la Comisión Ballenera Internacional en 1979. Quedan unos 200.000 ejemplares en los océanos según estimación de la IUCN y parece que sus poblaciones se han recuperado en los últimos años, por lo que ha pasado a catalogarse como de “preocupación menor” por la citada organización internacional.
Por último, es de destacar y alabar la acción de los voluntarios que prestan el auxilio. Al darse cuenta de la magnitud de las heridas del animal, deciden alertar a los servicios de emergencia para que el equipo veterinario del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo de Tenerife se desplazaran al lugar para tratar de salvar al rorcual. Aprovechamos la ocasión para recordar que en los episodios de varamientos marinos (protagonizados casi siempre por tortugas y cetáceos) es importante no obligar a toda costa al infortunado accidentado a regresar a su medio natural en mar abierto, pues esa intención de acercarse a tierra ya indica que –generalmente- algo grave le está sucediendo. En un momento así, la asistencia de un equipo veterinario cualificado analizará la situación y prestará los cuidados y tratamientos necesarios en cada caso. De hecho, según nos relatan las personas que estuvieron presentes, las heridas que presentaban eran incompatibles con la vida y se decidió eutanasiar al animal para evitar un sufrimiento excesivo y a la postre innecesario. Una triste historia que nos debe hacer reflexionar sobre cómo debemos gestionar nuestros residuos para que no terminen haciendo un daño imperdonable a la vida marina.
Información de contacto del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo de Tenerife:
Alejandro de Vera
Conservador de Biología Marina del MUNA, Museo de Naturaleza y Arqueología