En este segundo tomo de Americana Thebaida continúa el relato de la fundación de los conventos agustinos en la provincia de Michoacán y la narración de la vida de los frailes fundadores y pioneros de esta orden en esa región mexicana. Pero más allá de los detalles sobre sus continuas penitencias y oraciones, y la consolidación de la congregación agustina en la sociedad colonial, se ofrecen datos de inestimable valor acerca de la evangelización de los indígenas, de sus creencias religiosas anteriores a la conquista y de la composición de la sociedad michoacana de esa época. La información inédita que proporciona Fray Mathías Escobar y Llamas (1680-1748), fraile agustino canario emigrado a México, convierte a esta obra en uno de los textos más importantes de la historiografía colonial mexicana, fuente fundamental para quien quiera investigar acerca de esta etapa y para quien desee averiguar las importantes conexiones que esta región desarrolló con Canarias, que van desde la presencia de numerosos religiosos isleños, hasta el más fecundo intercambio cultural.