El universo de Rubens y Galileo. Una salida al espacio exterior en busca de la belleza. Una pregunta aún sin respuesta ¿por qué todo esto?.
En 1609 Galileo apuntó su telescopio al cielo y el mundo cambió. Incluso el arte, como muestran dos obras ««astronómicas» de Rubens en el Museo del Prado: «El nacimiento de la Vía Láctea» y «Saturno devorando a un hijo». La primera ilustra el menos conocido, pero quizá más trascendente, descubrimiento de Galileo. La segunda, su más hermoso error.
Por extraño que parezca, las estrellas también crean sus propias obras de arte. Las llamamos nebulosas planetarias y sus elaboradas regularidades, proporciones y simetrías asombran a cualquiera que las contemple, incluyendo a los astrofísicos que aun no acabamos de entenderlas.
En nuestro mundo vemos a humanos creando cuadros o telescopios, «seres de segunda especie» fabricados por seres vivos. En el universo observamos estrellas creando nebulosas, seres igualmente fabricados por otros seres, esta vez inanimados. ¿Qué hay detrás de todo ello?.
¿Cómo es que el universo se molesta en fabricar cosas así? ¿De dónde surge la belleza?.
Antonio Mampaso es doctor en ciencias físicas e investigador en el Instituto de Astrofísica de Canarias. Es experto en nebulosas planetarias y ha hecho una extensa labor de divulgación, que incluye el asesoramiento científico de las películas «Ágora» (Alejandro Amenábar) y «Las leyes de la termodinámica» (Mateo Gil). Fue director del Museo de la Ciencia y el Cosmos entre 2014 y 2019.