Nuevamente, como cada Navidad, el Portal de Belén se hizo presente y se manifestó en multitud de hogares, comercios y calles. A pesar de la secularización de la sociedad fue acogido y/o contemplado en multitud de espacios por cristianos, paganos y profanos.
El Museo es también reconocido como lugar que le da cabida y el de Historia y Antropología de Tenerife acaba de recoger el montaje de este último año. Bajo diferentes formatos y narrativas se llevan organizando, de manera casi ininterrumpida desde hace más de tres décadas, distintas exposiciones temporales que han tenido gran acogida por parte del público, tanto local como foráneo.
En esta ocasión, piezas dispersas pertenecientes a los fondos propios y a colecciones ajenas se reunieron para intentar mostrar parte del Portal que la familia Nava montaba en su hogar. La mayor parte de dichas piezas poseen la singularidad de ser de factura popular ya que no proceden de ningún taller, sino que fueron elaboradas en el ámbito doméstico lo que, sin duda, realza y potencia su matiz etnográfico, aportando valiosa información, así como otras miradas y lecturas distintas a la de la Natividad o la Epifanía, características de estas fechas. Las 9185 visitas contabilizadas en el escaso mes de duración de la muestra evidencia que se ha convertido en toda una manifestación cultural que goza de gran arraigo y popularidad, lo que nos anima y compromete a poner en perspectiva una próxima experiencia expositiva.