La primera fase, que abarcó parte del primer trimestre, giró en torno a la lectura del libro El Museo de Tronquito, de la autora noruega Ashild Kanstad Johnsen. En este cuento ilustrado, el protagonista muestra cómo recolecta objetos, los clasifica, investiga sobre ellos e incluso…¡inaugura un museo! Y todo ello con el consejo de su abuela, con la que habla a menudo sobre lo que le preocupa y le interesa.
Tras esta lectura, el alumnado inició su propia labor de recolección con ayuda de las familias. ¿Qué cosas guardan? ¿Por qué? ¿Cuáles son las historias tras esas cosas? ¿Dónde las conservan? Y con esmero, esta primera fase finalizó llevando al colegio algunos de las cosas descubiertas en sus casas. La condición era que cupieran en una caja de zapatos, o similar, que ellos prepararan como hacía Tronquito para guardar cuidadosamente esos objetos.
Con la llegada del siguiente trimestre, llegó el momento de iniciar la segunda fase del proyecto. Varios conservadores del Museo de Historia y Antropología llevaron al centro educativo objetos de la colección del museo, y sus fichas de inventario. Contaron al alumnado qué sabían de esos artefactos, por qué los guardaban y qué historia contaban. Y se les propuso rellenar su propia ficha de inventario para cada una de esas cajas que ellos habían preparado desde sus casas y que nos mostraron, una a una.
Solo quedaba que el CEIP AYATIMAS, en una tercera fase, inaugurara su particular museo dentro del museo, en la Casa de Carta. Y eso es lo que pretendía ser una pequeña muestra expositiva de la labor realizada por el alumnado en este proyecto experimental, que hubiera abierto sus puertas para la comunidad de Valle de Guerra en el mes de mayo, coincidiendo con el Día Internacional de los Museos. Exponer las cajas preparadas por los alumnos y alumnas desde infantil a primaria, en las que habían guardado los objetos de su familia pretendía ser una manera de hacer visible ese patrimonio particular de cada uno, haciendo más fácil extrapolar la idea de que el patrimonio colectivo también debe cuidarse y conservarse.
Esperamos que pronto pueda llegar el día de hacer realidad esa pequeña exposición con el más de medio centenar de cajas que realizaron. Mientras tanto, esta publicación pretende ser un agradecimiento sincero al alumnado y sus familias, y también al profesorado que se embarcó en la propuesta, enriqueciéndola con sus aportaciones y amor por su profesión. En estos tiempos en los que los alumnos y alumnas viven desde casa una manera poco habitual, hasta ahora, de estar en contacto con su profesorado y sus compañeros y compañeras, nos gustaría hacerles llegar este pequeño reconocimiento a ese trabajo que iniciaron a comienzos de este curso tan atípico. Cuídense y ánimo. Gracias por sus historias y por “abrirnos”, a través de sus cajas, una pequeña ventana a la historia de sus familias. Les mandamos más de doscientos abrazos virtuales, uno para cada uno.
Ruth Azcárate Miguel y Alberto García Quesada son Técnicos Superiores del Museo de Historia Y Antropología.