Por encargo del marqués de Veere Maximilien de Bourgogne, Remigy de Halut fundó en 1547 el cañón Hércules en la ciudad de Meclinien (Malinas, Flandes). Es un cañón de a 36 -que dispara balas de 36 libras-. Consta de tres cuerpos, diseño del propio fundidor.
En 1566, el Cabildo de Tenerife encargó la compra de un cañón al mercader afincado en La Laguna, Julio Usodimar, quien al año siguiente trajo a la isla este tiro de bronçe llamado ercules. Se ubicó inicialmente en la "Fortaleza vieja" de Santa Cruz de Tenerife y de manera definitiva en el castillo de San Cristóbal en 1577. Allí se mantuvo hasta su retirada en el siglo XIX.
Con el tiempo y el uso, el Hércules fue mellándose. Descalibrado y con muchos "escarabajos" en su ánima, fue retirado del servicio y en 1840 pasó a formar parte, junto con otros cañones inútiles procedentes de Canarias, de los fondos del Museo de Artillería, en Madrid.
En 2004, el Presidente del Cabildo Insular y Senador D. Ricardo Melchior Navarro, solicitó el regreso del cañón a Tenerife en atención a su relevante vinculación a la historia de la isla. Finalmente, el Ministerio de Defensa de España autorizó su traslado, y desde el 25 de mayo de 2005 está depositado en el Museo Histórico Militar de Canarias, en Santa Cruz de Tenerife, desde donde ha sido traslado al Museo de Historia y Antropología de Tenerife para su exhibición durante seis meses. Regresa, entonces, no como un arma, sino trasmutado en un símbolo de identidad insular.
Desde ayer, miércoles día 1 de octubre de 2008, el cañón Hercules permanecerá expuesto en el Museo de Historia y Antropología de Tenrife (MHAT) en su sede de la Casa Lercaro, en La Laguna, hasta el próximo mes de marzo de 2009.