Bronislaw Malinowski es uno de los investigadores más relevantes en la historia de la antropologÃa. Sus orÃgenes y raÃces intelectuales polacas están presentes en toda su biografÃa académica e intelectual, pero es internacionalmente conocido como unos de los más representativos antropólogos británicos. Truncados por su enfermiza constitución sus estudios de fÃsica y matemáticas, en los que habÃa obtenido el grado de doctor, decide estudiar psicologÃa en Alemania para posteriormente trasladarse a Londres donde ingresará en la prestigiosa London School of Economics. A instancias de su maestro y protector, el profesor C.G. Seligman, Malinowski viajó a Melanesia para realizar trabajos etnográficos. Agudo y sistemático observador, fue el gran innovador de los trabajos de campo etnográficos que a partir de entonces se convertirÃan en el elemento básico de las investigaciones antropológicas y él mismo en el arquetipo de antropólogo. De entre sus numerosas obras y escritos destacan precisamente las monografÃas realizadas en Melanesia, en las islas Trobriand, en las que se describen y analizan el comercio, la horticultura, las reglas sociales, la vida familiar, la sexualidad, los mitos,… de la sociedad trobriandesa.
Influenciado por las ideas psicológicas de W. Wundt y por la sociologÃa de E. Durkheim, deudor y crÃtico de las tesis de S. Freud, Malinowski realizó también, no sin fuertes controversias, importantes contribuciones a la teorÃa antropológica considerándosele como uno de los fundadores de la antropologÃa social británica y principal representante de la escuela funcionalista. De fuerte y compleja personalidad, fue sin embargo un profesor de gran reputación y un maestro respetado, que tuvo entre sus discÃpulos a buena parte de los antropólogos que ocuparon un lugar destacado en el Reino Unido a partir de los años cuarenta.
Malinowski desde su juventud habÃa viajado a numerosos lugares en busca de climas saludables para su frágil salud. Con su madre visitó La Palma, La Gomera y Tenerife en una primera ocasión en 1906, lo que sin duda influyó para que a su regreso de las Islas Trobriand decidiera volver a Canarias. Entre 1920 y 1921 se establece con su familia en Icod de los Vinos, estancia muy significativa ya que la dedicó por entero a la redacción de su obra más importante Los argonautas del PacÃfico occidental.